Mais um pouco de história Nicaraguense, deste vez um pouco menos contemporâneo.

"Sólo Dios puede perdonar lo que una dictadura hace. Nosotros solamente arreglamos la cita entre ambos. No volveríamos a ir tranquilos hacia la noche: nos íbamos a ir arañando y pateando."- Bárbara Carrión

En el año 2018, la dictadura nicaragüense aplastó de una manera sangrieta las manifestaciones pacíficas de millones de ciudadanos que buscaban un cambio de gobierno. Tras una valiente resistencia de la población civil, el dictador y sus cómplices huyeron del país para esconderse en el extranjero, no sin antes dejar una garantía: la Organización de Ex Combatientes del Comandante (OECCO), la cual se encargó de sacar a los miembros de la dictadura del país, y después infiltrarse en los gobiernos democráticos emanados de la revolución civil, con el objetivo de impedir justicia para las víctimas y mantener un pie en la puerta para retomar el poder e instaurar una nueva dictadura.

James Newen [New York Global Times, Diario Saturno, Der Schwarzer Spiegel, O Global], en un trabajo periodístico inédito, recolecta por primera vez los testimonios de los hombres y mujeres involucrados en la misión secreta de venganza de las víctimas de una dictadura hacia sus propios verdugos: la Operación Nunca Más. Jamás se tuvo acceso a un documento tan íntimo sobre las motivaciones, razones y desarrollo de una de las misiones secretas de mayor escala global por una nación de América Latina.

Desde los barrios empobrecidos de Santo Domingo [República Dominicana], hasta las puertas de la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén [Israel], pasando por las costas en Puerto Montt [Chile], esta crónica invaluable recolecta de primera mano las acciones para llevar una forma alternativa de justicia a las víctimas de uno de los regimenes más brutales que se tengan memoria en el continente americano.

Leer las revelaciones de los miembros del Comité X que participaron en la Operación Nunca Más, obliga al lector a evaluar sus propias creencias respecto a la justicia a las víctimas, el peso de la ley hacia los criminales, y determinar hasta que punto se puede seguir adelante en el nombre de la justicia conservando la humanidad.

"El mejor regalo que le pudimos dar a la siguiente generación, es que vivan en un mundo dónde no existiera una dictadura que los amenazara con matarlos por el simple hecho de pensar diferente." -Camilo Rivera, integrante de la Operación Nunca Más

"A mí nadie me lo cuenta. Me obligaron a salir de mi país con lo que traía puesto, quemaron el negocio de mis padres, los persiguieron y hostigaron hasta sus muertes. Mis amigos murieron por disparos de francotiradores, porque la policía nos disparaba, porque los paramilitares nos rafagueaban, y los hospitales de gobierno no querían atenderlos porque participaban en las protestas [en contra] del gobierno." - Gabriel Norori, integrante de la Operación Nunca Más

"Los culpables de la peor masacre de la nación debían de ser eliminados para que las víctimas obtuvieran una verdadera justicia." - Bárbara Carrión, ex-presidenta de Nicaragua y dirigente de la Operación Nunca Más.

"Esta situación no era sólo nicaragüense, se volvió un escaparate de todos los pueblos latinoamericanos, y en un sentido, una vitrina mundial de como nadie que hubiera sido cómplice de una dictadura iba a poder escaparse de la retribución de la humanidad, de sus víctimas, de sus crímenes." Santiago Gaxiola, integrante de la Operación Nunca Más

"Dejen que nuestros hijos conozcan esta historia para que puedan sumar sus voces para proclamar 'Nunca Más' "- Miguel Cohen, integrante de la Operación Nunca Más